miércoles, 10 de abril de 2013

IMPORTANCIA DEL USO DE UNA BUENA ORTOGRAFIA


Una excelente ortografía y redacción es la base de un buen texto y más aun teniendo en cuenta que, en los tiempos de ahora y en la mayoría de las ocasiones, nos comunicamos más por medios escritos que por otros.
Así mismo, el problema de la ortografía no es sólo un problema escolar, va más allá, pertenece al diario vivir, ya sea a través de cartas, de un curriculum (CV), solicitudes, trabajos de investigación, escritos, denuncias, etc. Todo va por escrito y debería ir impecable, en lo que a ortografía se refiere.
1- PARA QUE SE  UTILIZA EL PUNTO:
-El punto se usa al finalizar una oración.
-El punto y seguido se usa para separar oraciones.
-El punto y aparte se pone al final de cada párrafo.
-El punto final se utiliza al final del escrito denota una pausa mayor.
-La primera palabra que se escribe después del punto va con mayúscula.
EJEMPLOS:
A partir del romanticismo el amor es concebido dentro de un panteísmo (Spinoza), su mismo monoteísmo anula los términos de toda posible relación, y con ella del amor mismo. (PUNTO Y SEGUIDO) El amor, para Hegel, es unidad, “conciencia de la unidad”; la dialéctica de la intersubjetividad es, sin embargo, una determinación de esta misma unidad en su proceso de mediación. (PUNTO Y SEGUIDO) Sería discutible, por tanto, que en el Absoluto hegeliano no encuentre cabida un “auténtico amor”. (PUNTO Y APARTE) Contemporáneamente, un filósofo adscrito al movimiento fenomenológico, Max Scheler, ha dedicado interesantes estudios al tema del amor. (PUNTO Y SEGUIDO) Aunque influido por San Agustín y Pascal, ha sido Brentano, con su concepto de intencionalidad, el que más a contribuido a su “axiología objetivista”. (PUNTO Y SEGUIDO) Scheler rechaza el amor como un innatismo, como un empirismo y como un impulso natural. (PUNTO Y SEGUIDO) Para él, lo amado expresa siempre un acto de valoración, el cual posee sus propias leyes; el amor y el odio son actos personales en los que se elige o se rechaza lo amado, en los que se revela una selección. (PUNTO FINAL)
 
2-PARA QUE SE UTILIZA COMA:
La coma tiene dos usos principales
1. Separar elementos análogos de una serie, sean palabras, frases u oraciones.
Ufano, alegre, altivo, enamorado.
Ni tú lo crees, ni yo lo creo, ni nadie lo cree.
2. Separar elementos que tienen carácter incidental dentro de la oración:
Buenos Aires, la capital, es una ciudad muy populosa.
El, entonces, se detuvo.
Yo, si me lo proponen, lo acepto.
En los ejemplos anteriores se hubiera podido decir "Buenos Aires es una ciudad populosa"; "El se detuvo"; "Yo lo acepto". Se han añadido aquellas palabras, frases u oraciones explicativas (subrayadas en los ejemplos), que, suprimidas, no alterarían el sentido de la oración.
Colón, que era genovés, descubrió el Nuevo Mundo.
Napoleón acabó sus días, me parece, en la isla de Santa Elena.
Así: "El tener que huir de enemigos que atentan contra la propia vida, debe de ser muy desagradable".
Es imprescindible el uso de la coma después del vocativo. No tiene el mismo sentido decir: "Juan entra en seguida" -aquí afirmamos que Juan entra-, que escribir: "Juan, entra en seguida". En este caso llamamos a Juan -vocativo- diciéndole que entre.
No es lo mismo escribir: "El piloto mareado no pudo dominar el avión", que "El piloto, mareado, no pudo dominar el avión". En el primer caso determinamos cuál era el piloto que no pudo dominar el avión, decimos cuál de los pilotos era. En el segundo caso explicamos, con un inciso, entre comas, que el piloto no pudo dominar el avión porque estaba mareado.
Lo mismo puede decirse de una oración, según sea subordinada explicativa o determinativa. En el primer caso -oración incidental- irá entre comas; en el segundo, no.
EJEMPLOS:
Los niños, que estaban en el patio, echaron a correr.
En este caso, la expresión "que estaban el patio" es un inciso explicativo que nos dice dónde estaban los niños que echaron a correr. Es oración incidental y va entre comas.
En cambio, si escribimos: "Los niños que estaban en el patio echaron a correr", se determina o afirma que solamente echaron a correr los niños que estaban en el patio. Es una precisión, no una explicación. No es, pues, oración incidental y por eso va sin comas.
En las oraciones elípticas hay que poner coma en el lugar del verbo omitido.
EJEMPLOS:
Manuel era simpático; Pedro, antipático.
Se ha omitido el verbo "era" en la segunda oración, lo cual se indica mediante una coma.
A veces se usa la coma para separar oraciones enlazadas por la conjunción "y", en los casos en que pudiera haber confusión.
Por ejemplo:
A Pedro le gustaba el trabajo, y el ocio lo consideraba absurdo. En este caso, se ha puesto una coma para precisar el sentido; sin ese signo, parecería que "A Pedro le gustaba el trabajo y el ocio".

 

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